¿Porque no recibimos respuesta de un deseo de nuestro corazón? – Hefzi-ba Palomino

¿PORQUE NO RECIBIMOS RESPUESTA DE UN DESEO DE NUESTRO CORAZON?

por Hefzi-ba Palomino

Y orando no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
No os hagáis pues semejantes a ellos; Porque vuestro Padre sabe de que cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.

Mateo 6:7-8

Este devocional está inspirado en uno de los lectores de Devocionaldiario.com, quien muy gentilmente hizo esta pregunta y que como servidora de este portal, considero que merece toda la atención, respeto y respuesta.

Creo que si hacemos esta pregunta a nuestros pastores, cada uno de ellos nos va a dar una respuesta diferente, pues Dios da a cada uno de sus hijos el discernimiento, el conocimiento y la sabiduría, que cada uno necesita.

Sin embargo, me dejó pensando y considero que es una pregunta compleja y creo que la respuesta correcta es la que nos da Jesús; la oración sincera y de lo mas profundo de nuestro corazón, Dios siempre la escuchará, pues, El mismo dice en su palabra que “un corazón contrito y humillado no despreciara”; la oración es la herramienta que los hijos de Dios tenemos para conectarnos con nuestro Señor y Dios y derramar delante de El, nuestro corazón y expresarle los anhelos de nuestro corazón.

Personalmente, he encontrado en la oración del Padre Nuestro, una forma sencilla y completa de orar cuando queremos sintetizar nuestras peticiones al Señor, en ella, están cubiertos todas nuestras necesidades físicas, mentales y espirituales, el agradecimiento, el perdón y el propósito de Dios para nosotros.

Pero esto aun no responde a nuestra pregunta ¿Por qué no recibimos respuesta de un deseo de nuestro corazón? Primeramente, quiero aclarar que estoy convencida que la renovación de nuestra mente y nuestro corazón en Cristo Jesús, comienzan con un cambio en nuestro lenguaje, nuestra manera de pensar y de hablar, por lo que, con todo respeto, me permito sugerir que re-planteemos la pregunta de una forma negativa “porque no…” a una forma positiva, como por ejemplo: “cuándo o cómo podemos recibir respuesta a nuestras oraciones” Personalmente, creo que la pregunta correcta no seria “porque no recibimos respuesta…….” Cuando formulamos preguntas negativas, las respuestas tienden a ser negativas, es un poquito complicado, pero está demostrado científicamente por la neurociencia que la mente es como un terreno o tierra donde lo que se siembra, eso mismo se recoge; esta es una Ley Universal y funciona en lo físico y en lo espiritual, en la tierra y en la mente; si lo que siembras o plantas allí es negativo, las respuestas o resultados serán negativos; si tu planteas una pregunta “porque no?” la respuesta será, pues, “porque no…” Si te planteas una pregunta en forma positiva, como por ejemplo: ¿Cómo? ¿Cuando? Pones a tu cerebro a trabajar en función de encontrar respuestas, aun mientras duermes, tu cerebro está buscando, creando, solucionando y resolviendo estas preguntas, uno debe estar atento a sus pensamientos en la mañana, sus sueños, su devocional, la palabra, etc. Allí, vas a encontrar una respuesta.

Con base en lo anterior, se deduce, que la respuesta está en tu interior, tú tienes a Cristo, El, es el camino, la verdad y la vida, tienes la luz, tienes la sabiduría y la inteligencia para encontrar por ti mismo todas las respuestas, porque Dios todo nos lo da, si pedimos e invocamos el nombre que es sobre todo nombre, el cual es poderoso, amoroso y misericordioso.

Una actitud o pregunta negativa, tiene otras implicaciones, además de atraer respuestas negativas y lógicas: si Dios no concede las peticiones de nuestro corazón, es porque tal vez Dios no escucha nuestras peticiones, es sordo, no nos ama o no le importan nuestras inquietudes y eso no solo es totalmente Falso, sino que es contrario a la verdad y en consecuencia, podemos terminar renunciando a ese sueño o, echándole la culpa a Dios, cuando lo mas probable es que la causa de nuestro problema seamos nosotros mismos o esté en nosotros. Tal vez:

1. No estamos pidiendo lo correcto, o no estamos pidiendo de acuerdo a la voluntad de Dios; o bien, es un deseo de nuestro corazón, pero no nos hemos postrado delante del trono de Dios para pedírselo. La palabra de Dios dice “Pedid y se os dará” y ¿como se nos dará algo que no hemos pedido? O tal vez es un anhelo de nuestro corazón y hemos pedido por ello, pero queremos que Dios nos lo cumpla a nuestra manera y no a la suya.

2. Una pregunta positiva afirma y confirma nuestra fe, es la certeza de esperar lo que no podemos ver; la certeza de que Dios SI escucha y siempre escucha nuestras oraciones y peticiones, hasta el más mínimo susurro de nuestro corazón, todo lo escucha, todo lo ve, El, es omnipresente y omnipotente y con absoluta seguridad El, va a responder tu petición, en su tiempo, si es Si o te hará saber si es No o si tienes que esperar. Hay que estar pendiente, (mantener la atención en las cosas de Dios) del curso de los acontecimientos, de la palabra, de la predica, del devocional que haces, de la palabra de Dios, El siempre contesta y por experiencia puedo asegurarte que lo hace sin demora, pronto y rápido; nuestro Señor tiene muchas formas de hablarnos y comunicarse con nosotros.

3. ¿Estas pidiendo lo que te conviene? Jesús afirma también que nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, por eso, nuestro Padre Celestial, que si sabe lo que necesitamos y lo que nos conviene, siempre nos da, en su tiempo, lo que necesitamos y lo que va a ser para edificación y bendición para nuestra vida; si nos empeñamos en conseguir lo que queremos a nuestro modo, lo mas seguro es que va a traer tristeza.

4. La Importancia del Quebrantamiento. Quiero extractar un aparte del primer capitulo del Libro El Quebrantamiento del hombre exterior y la Liberación del Espíritu, de Watchman Nee. Que dice: “Todo siervo de Dios debe ejercitar su espíritu para mantenerse en la presencia de Dios, conocer Su palabra, percatarse de la condición del hombre, transmitir la palabra de Dios, y percibir y recibir la revelación divina; todo esto lo hace con su espíritu. Sin embargo, el hombre exterior lo incapacita y le impide utilizar su espíritu. Muchos siervos del Señor no son aptos para Su obra, debido a que nunca han sido quebrantados por el Señor de una manera completa….”

Continua explicando como Dios reside en nuestro hombre interior (nuestro espíritu), según Romanos 7:22; 2ª. Corintios. 4:16 y Efesios 3:16.

Es importante que los cristianos mengüemos cada día, nos desgastemos, dejemos que nuestro Ego se vaya desvaneciendo, para que nuestro hombre interior (nuestro espíritu) se fortalezca y podamos experimentar la maravillosa presencia de Dios y esto solo es posible si permitimos a Dios, quebrantarnos, quebrarnos, rompernos y volvernos a armar, como vasijas de barro útiles en sus preciosas manos.

Continúo en el Cap. I del mismo libro: “Nuestro hombre interior utiliza nuestro hombre exterior como vestidura. Dios depositó en nuestro hombre interior, su Espíritu, su vida, Su poder y Su misma persona. Fuera de nuestro hombre interior se encuentran nuestra mente, nuestra voluntad, y el asiento de nuestras emociones; exterior a todo esto tenemos nuestro cuerpo, nuestra carne.”

Muchas veces, el lograr un objetivo, para nosotros es una meta, pero para Dios es la oportunidad de trabajar con nosotros en el proceso y la oportunidad de quebrantarnos, para liberar el espíritu; la oportunidad de formar nuestro carácter, de enseñarnos paciencia, fe, amor, tolerancia, perdón, de forjar nuestro espíritu y llevarnos de victoria en victoria, sobre todas las dificultades de la vida; a veces el solo aprender a esperar en El, mientras llega el cumplimiento de nuestros anhelos y rendirnos a su voluntad, en el tiempo y la forma que El escoja, basta para rendirnos en sus brazos y cambiar nuestra ansiedad por Su paz.

En cuanto a la pasada manera de vivir,
Despojaos del viejo hombre. Que está
viciado conforme a los deseos engañosos,
y renovaos en el espíritu de vuestra mente y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios,
En la justicia y santidad de la verdad.

Efesios 4:22-24

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