Perdona, Yo te perdoné – Luis Caccia Guerra
“PERDONA, YO TE PERDONÉ”
JESUCRISTO
por Luis Caccia Guerra
Hace unos días, caminaba hacia mi trabajo por Av. Las Heras, una de las más lindas, concurridas y populares calles de nuestra Ciudad de Mendoza, Argentina.
Venía derramando mi corazón delante de Dios. Algunos pecados y malos hábitos de esos que se “instalan” en tu vida y a pesar de los esfuerzos y oraciones, no se van. Una profunda tristeza, frustración, amargura, mucha bronca, predominaban a causa de una relación laboral difícil y conflictiva que lleva ya poco más de dos años. Una gran carga de pensamientos negativos y dañinos. La preocupación por la influencia que esta suma de cosas está ejerciendo sobre mi ministerio y mi familia, particularmente sobre mi hija adolescente… Había llegado el momento de hablar con Dios y no podía esperar. Pero esta vez fue distinto. No lo hice en forma de queja como numerosas veces anteriores, sino que mientras caminaba, fui depositando cada uno de esos dolores ante la cruz del Señor. Cuando terminaba de decirle al Señor todo esto y venía “saliendo” de mi “encierro” en oración, no hice más que cruzar una calle y mis ojos se detuvieron ante un sencillo aviso pegado en un poste del cableado eléctrico del transporte público de pasajeros:
“Perdona. Yo te perdoné. Jesucristo”. Decía.
Me quedé absorto unos segundos observándolo. Alguna lagrimita se aflojó esa mañana mientras continué mi camino. Los problemas no se solucionaron, pero las cosas salieron mejor. ¿Cómo era posible que un sencillo cartelito pegado en un poste, que por otra parte, decía algo que yo ya sabía, pudo movilizar tanto dentro de mí esa mañana?
Es que pude sentir en esa respuesta, el abrazo cálido de mi Señor; la presencia tangible, palpable de la gracia de Dios a pesar de mí. El estaba ahí conmigo, sosteniéndome, aunque mi vida no fuera justamente lo más agradable a sus ojos en ese momento.
“… Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
(2 Corintios 12:9 RV60)
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Escrito para www.devocionaldiario.com
Señor, gracias por abrir mis ojos atraves de este mensaje….cuantas veces ante los que siento que me han ofendido guardo rencor en vez de decidir pedonar….y cuantas veces Señor te oro para que metas Tu mano y se haga Tu justicia, pero Cristo enseñó: Pon la otra mejilla….Eres Tu Señor quien obrará conforme a Tu verdadera justicia solo cuando yo obedezca y ame más y perdone una y otra vez.
Gracias Dios por la vida de este siervo tuyo y por cada instrumento util en Tus manos con el cual nos edificas día a día, Amén.
Que importante es poder actuar como nuestro amado padre, muchas veces tratamos de asolaparnos en su tunica diciendo somos inperfectos los seres humanos y tratamos de cubrir nuestras faltas y errores de nuestro diario vivir, sin embargo Dios nos inciste que poseemos en el esa fuerza para ser como el desea aveces puede costar mas sacrificio que otras pero al final siempre sabemos que es lo correcto y lo mejor para cada uno de nosotros. Gracias hermano por sus bellas palabras que vienen inspiradas de nuestro señor que dios habra el cielo on muchiismas bendiciones para usted y para todos aquellos que leemos su grandeza a diario.
gracias
Gracias!!! SIEMPRE NOS SORPRENDE!!!! HAY PALABRAS QUE LAS PODEMOS HABER ESCUCHADO MUCHAS VECES Y EN ALGUN MOMENTO ÈL LA USA DE UNA MANERA ESPECIAL!!!! BENDICIONES!
Hermano Luis, su mensaje, me trajo a la memoria, las veces en que yo también he tenido que luchar con mis emociones, por causa de estar siendo hostigado casi siempre por un jefe en mi trabajo. Al punto que cuando él esta contento, reparte regalos y favores a sus edecanes encubiertos, y cuando reparte palos y animosidades, me espera a mí o me manda a buscar. Seguramente todos Ustedes estarán pensando que algo estoy haciendo mal yo, para que este jefe se comporte así conmigo. Sin embargo es todo lo contrario, yo soy uno de los mejores empleados que la Empresa tiene en sus filas. Por ese motivo los mismos Dueños no dudan en resaltar mi capacidad operativa dentro de mi función. Tan es así, que en la última reunión, todos los presentes recibimos una reprimenda inolvidable de ellos, pero yo salí airoso, con el respaldo total de los dueños. Todo esto que les cuento es para la gloria del Señor, demostrándo que nuestro Señor y Dios, con todo amor y poder elige el momento para plasmar en la retina de los demas, todo su apoyo y soberanía. No a nosotros ho Jehová, no a nosotros, sinó a tu nombre sea la gloria, la honra y el poder, por toda la eternidad. Amén….
gracias por tan preciosos mensajes q llegan a nuestras vidas para darnos aliento en esos momentos de angustia en los cuales creemos q Dios no esta a nuestro lado,pero grandes y maravillosas son sus obras.