Él sigue siendo el mismo

por Karla González Núñez

E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: i Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.

1 Crónicas 4: 10

Te preguntaras ¿Quien era Jabes?, En la biblia no encontramos una gran biografía de este hombre, ni si quiera se hace mención de sus padres, solo sabemos que Jabes era descendiente de la tribu de Judá, su nombre significaba dolor, “por cuanto fue dado a luz en dolor”, y a pesar de esta declaración hecha por su madre, aun así fue más ilustre que sus hermanos. Tampoco se expresa cual era la circunstancia por la cual estaba pasando Jabes para hacer esta oración a Dios.

Podemos notar que la oración que hizo Jabes fue pequeña, pero eficaz y con excelentes resultados, ¿Sabes porque? porque todo lo que el pidió le fue otorgado.

Uno de los Secretos de la oración está en que Jabes INVOCO a Dios, su confianza estaba fundada en él y pidió con sabiduría, ya que el no impuso a Dios una gran lista de lo que le necesitaba, sino que se sometió a la Voluntad de Dios y pidió su bendición, pidió de su presencia y que lo guardara de todo mal.

En muchas ocasiones nosotros oramos a Dios sin obtener respuesta alguna, saben porque: “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3) Y es algo muy cierto, debemos de orar por sabiduría y entendimiento para saber qué es lo que necesitamos, porque todo lo que pidamos orando y creyendo que lo recibiremos vendrá en el nombre de Jesús. (Marcos 11:24)

Pero otro punto importantísimo que debemos de saber es que para poder recibir lo que pedimos a Dios es permanecer en él: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7), debemos de cumplir sus mandamientos y permanecer íntegros delante de él.

Dios es el mismo de ayer, de hoy y de siempre, el no ah cambiado, sigue siendo el mismo, es el Dios de Isaac, de Jacob, el Dios de Jabes y también es tu Dios.

Y si le otorgo a Jabes todo lo que le pidió

¿Acaso no puede darte a ti lo que le pides?

Si él sigue siendo ÉL MISMO

Escrito para www.devocionaldiario.com

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