Charles Stanley – Un edificio que durará para siempre
Tema: “Un edificio que durará para siempre”
Leer: 1 Corintios 3.11-15
El ver en Atlanta, Georgia, la ciudad donde vivo, que se levanta un edificio de apartamentos, me hace pensar en la estructura que la gente no puede ver. Por debajo hay una armazón de acero y concreto que sostiene todos los pisos que hay encima. Como sucede con un rascacielos, las personas necesitamos tener un fundamento firme sobre el cual levantar una vida con un propósito duradero. Jesús se convierte en ese fundamento, en el momento que recibimos su salvación.
La gracia salvadora de Cristo nos da a los creyentes una nueva vida como personas transformadas. Los pecados son quitados para que podamos tener un “sitio de trabajo” limpio, por así decirlo. Con la fuerza y la sabiduría del Señor invistiéndonos de poder, podremos construir sobre su fundamento con buenas obras. La decisión que hay que tomar es si vamos a diseñar nuestra herencia eterna con actividades y prácticas para Dios, o para nosotros. Lo primero es precioso para el Señor, mientras que lo último será quemado por su justo juicio.
Pablo divide al material de construcción espiritual en dos categorías: el que es como metal durable, y el que es como hojarasca seca (1 Co 3.12). ¡Nadie querrá saludar al Señor desde una cabaña de paja! En el día del juicio, querremos mostrarle relucientes ladrillos sobre ladrillos de piadoso servicio y de obediencia bíblica.
La estructura que creamos es útil para Dios sólo si es compatible con el fundamento de Jesucristo. Usted podrá decir que Él es el arquitecto, y la Biblia el plano para triunfar en la vida. Él ha prometido recompensarnos por utilizar ese juego de planos para instalar sus preceptos en nuestro estilo de vida.
