Arrepentimiento Verdadero

por David Daniel Rondón

El Arrepentimiento no es opcional. Es un mandato de Dios:

Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan

(Hechos 17:30)

Tenemos que dar frutos dignos de arrepentimiento:

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
(Lucas 3:8)

El verdadero discípulo inicia con el arrepentimiento.

Jesús comenzó a predicar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17)

“No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.” (Lucas 5:32)

“Si no nos arrepentimos, todos pereceremos igualmente.” (Lucas 13:1-5)

La predicación superficial que vemos hoy en día no produce cambio verdadero. Debe haber una señal de regeneración. Somos salvos por fe, pero la fe sin obras es muerta.

Algunos citan Hechos 16.31 (Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa) y dicen que la salvación viene por el arrepentimiento. Creer NO es suficiente

Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir? ¿Quieres saber?, oh hombre vano (necio), que la fe sin obras es estéril (Santiago 2:19-20)

Pues ellos mismos cuentan acerca de nosotros, de la acogida que tuvimos por parte de ustedes, y de cómo se convirtieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero, (1Tesalonicenses 1:9)

Tres Áreas que deben de verse en un arrepentimiento genuino

1. Emociones – Dolor del pecado
Nos debe doler el pecado, en el sentido de querer aborrecerlo porque no es de agrado a DIOS, porque nos contamina, porque aleja el Espíritu Santo de nuestra vidas, hasta llegamos a perder la gracia de DIOS sobre nuestras vidas. Debemos sentir que no hemos agradado a DIOS; ojo no es un dolor que nos va mantener hundidos en la culpabilidad la cual es nuestra, pero todo lo contrario nos debe llevar a la conversión genuina, el querer dejar lo que a la carne le gusta, de hecho el pecado es bonito hasta cierto punto, pero cuando nos lleva la muerte es fatal. Debemos gemir por querer sacar el pecado de nuestras vidas.

2. Intelecto – Cambio de mente
Después de haber sentido todo aquel dolor, debemos mentalizarnos en cambiar todo en nuestra mente, que nos llevaba al pecado. Hay muchas situaciones por las que hallemos pasado o sufrido que nos mantenía en el pecado, la cual debemos reconocer y aceptar para poder producir un cambio en nuestras vidas. La palabra nos manda:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
(Filipenses 4:8-9)

3. Voluntad – Cambio de vida
El cambio en nuestras vidas es voluntario, nadie nos va hacer cambiar, ni nosotros mismos, solo buscando de DIOS podemos lograrlo, sólo Él tiene el poder para cambiar nuestras vidas. Después de reconocer que hemos pecado y que somos pecadores, y darnos en sujeción a CRISTO para que el haga su perfecta obra.

Los frutos dignos de arrepentimiento se muestran de una manera práctica, La Biblia nos señala que debemos dejar de actuar bajo los deseos de la carne y “concupiscencias” porque de los tales no heredaremos el reino de los cielos:

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Gálatas 5:16-21)

Mas si procuramos las cosas buenas, todo lo justo y todo lo puro, buscando los frutos del espíritu y andando también en el espíritu, contra tales cosas no hay ley.
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.
(Gálatas 5:22-26)

Me encanta el Salmo 51, por la forma como David pidió perdón y se humilló delante de DIOS, después que hubo pecado en él, pues ciertamente un corazón contrito y humillado no despreciara DIOS. Pero arrepentimiento sin conversión no sirve, debe haber conversión de nuestra parte para hallar completa gracia y benevolencia de jehová sobre nuestras vidas. David a diferencia de muchos hombres fue de agrado al corazón de DIOS, por como el reconoció su pecado y pidió perdón; y la forma como se humilló delante de EL.

Que tu arrepentimiento te lleve a la conversión genuina a DIOS.

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