La Importancia de Congregarse – Hefzi-ba Palomino
La Importancia de Congregarse
por Hefzi-ba Palomino
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, Porque fiel es el que prometió.Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, Sino exhortándonos; y tanto mas, cuanto veis que aquel día se acerca.
Hebreos 10-23-25
¿Has notado en ti o en tus hermanos, que cuando dejan de congregarse o se alejan de Dios, la vida comienza a complicarse, parece como si todo se desordenara; como si de pronto, “alguien” decidiera pasar la factura por todos sus errores?
Cuando te alejas de Dios y no te congregas, te debilitas, pierdes fuerza, la fe comienza a fallar y comienzan a ganar fuerza algunas preocupaciones como: la necesidad del dinero, el bienestar, el éxito, el futuro, la educación, la política, la sociedad y otras que son temas mundanos.
Entonces crees que Dios te ha abandonado; que no te escucha o que tus oraciones no “pasan del techo” y en los casos más graves; que Dios no existe; que Dios se alejo de ti, que no te ama; que permitió que “injustamente” pasara esto o aquello.
Es en estos momentos, cuando el enemigo sabe que eres vulnerable; frágil y débil, y entonces te ataca, en todas las aéreas de tu vida, sin misericordia, sin piedad: tu relación con Dios, tu familia, tus finanzas, tu fe, tu fuerza y es cuando el tiene mas probabilidades de vencerte, de hacerte caer, de hacerte dudar; usando mentiras y engaños que parecen verdad; a tus amigos y parientes y aun hasta tu familia; desviándote hacia otros caminos, decepcionándote de Dios y de su hijo, nuestro salvador, Jesús.
Estos ataques no son físicos, nadie va a venir a pegarte o a agredirte directamente, por el simple hecho de que te cambiaste de religión, te convertiste o creíste en Jesús; la lucha es sutil, camuflada y el campo de batalla, es tu mente, es tu psiquis, en las regiones espirituales y en tu corazón (lo que tu amas, a quien tu amas y sigues)
Es posible que tú pienses que no necesitas ir a una Iglesia; que El Pastor o su congregación, no te gustan o no te llegan, que haces devocional en tu casa, que lees la palabra y oras diariamente; pero eso no es suficiente. Debemos congregarnos, por fidelidad, por amor y obediencia a la palabra de Dios; si en verdad somos de Cristo, no podemos dejar de congregarnos. La Iglesia es el lugar donde todos juntos, unidos en armonía, tenemos la certeza que no estamos solos, que somos parte de un cuerpo: – El Cuerpo de Cristo – y es allí donde El, nos unge con su santo Espíritu y nos fortalece espiritualmente, para poder resistir los ataques del enemigo; nos da discernimiento y sabiduría , y cuando estamos dos o mas congregados en su nombre, El mismo esta con nosotros y podemos sentir su presencia; es allí donde podemos adorarlo con libertad, El Padre busca verdaderos – adoradores – en espíritu y en verdad y nuestras alabanzas tocan el corazón de Dios; abre las puertas de sus atrios; abre las ventanas de los cielos, para derramar bendiciones sobre su pueblo, su amor y su Santo Espíritu y; finalmente es en la congregación donde podemos también ser sus testigos, cuando unos y otros escuchan acerca de los testimonios de sanidad, de restauración, de amor, de bendición que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Vuelve a congregarte e invita a tus hermanos que han dejado de hacerlo y veras como Cristo se fortalece en ti y todo comienza a acomodarse en tu vida, a fortalecerte espiritualmente y a vivir de victoria en victoria, en Cristo.
Hay otra ocasión en que el enemigo puede atacar duramente a los creyentes y es cuando están – recién convertidos – es cuando necesitamos que el nuevo convertido venga a la Iglesia, tome clases de estudio Bíblico, aprenda de Jesús; asista a diferentes grupos evangelisticos, etc. Los niños espirituales, deben ser nuestra prioridad, pues deben crecer y fortalecerse en Cristo y la segunda prioridad, debe ser nuestros niños, sus hijos, los hijos de los recién convertidos, ellos son el pueblo de Dios del futuro. Es el mejor tiempo del creyente; el tiempo de su primer amor; su luna de miel con El Señor y hay que aprovechar esa fuerza y reforzar el conocimiento de Dios a través del Estudio Bíblico.
La parábola del sembrador (San Mateo 13.19-23) Ilustra muy bien esta etapa del nuevo creyente, donde el maligno va a tratar de arrancar y echar a perder la semilla que se ha sembrado en su corazón y en su mente:
Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado Junto al camino.
Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en si, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este Siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra y se hace infructuosa.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta y a treinta por uno.
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Escrito para www.devocionaldiario.com
MUY HERMOSA PALABRA DIOS LOS BENDIGA
Definitivamente excelente mensaje,cayó como anillo al dedo al complicarse la congregación por afanes de la vida y el trabajo, bendiciones.
Felicidades,excelente palabra de Dios para todas las edades.
Bendiciones Hnos. muy bonito el mensaje y sobre todo oportuno.
Sigan adelante con este sitio web, esta muy nutritivo. Espero seguirlos visitando.
Bendiciones desde El Salvador.
Hno. William Ramirez.
Desearia recibir estudios biblico para aprender cada dia mas y tambien para compartirlos . bendiciones