El Mejor Jugador de Ajedrez – Rene Pleitez

EL MEJOR JUGADOR DE AJEDREZ

por Rene Pleitez

“Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, esto, a los que conforme su propósito son llamados”

Romanos 8: 28

Esta semana en una reunión me encontré con una persona con la que hemos estado trabajando juntos por internet, resultando que fue maestra mía en mis estudios de educación media, le comentaba que el mundo era pequeño, hoy encontrarnos en una situación laboral donde debía de aprender a verla como mi amiga y además en una relación horizontal, siempre con respeto claro.

La respuesta que ella me dio me impactó, me dijo que Dios es el mejor jugar de ajedrez, que Él sabía que piezas mover y a qué lugar hacerlo, ya que ambos hemos estado trabajando en diferentes hospitales y ambos nos hemos ayudado.

Me impactaron sus palabras y meditaba en ellas, Dios en su misericordia sabe que hacer con cada vida; muchas ocasiones pensamos que las cosas ocurren en nuestras vidas simplemente por inercia o porque deben de suceder así, pensamos que las cosas pasan por que “el destino así lo predijo” (en lo personal no creo en el destino pero sí en la voluntad de Dios y la omnisciencia de Dios).

El versículo que utilizo puede ser uno de los más triados en las congregaciones por nuestros pastores, pero encierra dos verdades bíblicas muy grandes:

“Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”

Si queremos que las cosas en nuestra vida nos salgan bien el requisito es amar a Dios, por que es a ellos a quienes todas las cosas les ayudan a bien.

Fácilmente yo puedo decir que amo a Dios, pero con mis acciones reflejo lo contrario, como yo hablo, como me dirijo a los demás, que cosas escucho, que cosas veo en la tv; no me permiten reflejar que verdaderamente amo a Dios.

Amar a Dios implica hacer su voluntad, no puedo afirmar amar a Dios cuando desobedezco su palabra y sus mandamientos, el ejemplo más cercano y real es cuando decimos amar a nuestros padres y no hacemos lo que ellos nos indican.

De esa manera (al desobedecer) nunca alcanzaremos el favor de Dios, amar a Dios es como el requisito de que todas las cosas nos ayuden a bien, de lo contrario nuestra vida nunca será prosperada.

El segundo aspecto que quiero resaltar es la segunda parte del versículo:

“esto, a los que conforme su propósito son llamados”

No intentemos forzar que las cosas parezcan que son de Dios, en muchas ocasiones cometemos el error de pensar que la decisión que tomamos es la voluntad de Dios, cuando en realidad hemos antepuesto nuestra voluntad a la de Él.

Las cosas nos ayudarán a bien en la medida que seamos llamados para ese propósito, que la voluntad de Dios halla predominado y en el lugar en que nos encontremos o lo que estemos viviendo realmente sea propiciado por Dios.

Dios conoce tu vida a la perfección y sabe en qué momento te utilizará en el ministerio, sabe en qué momento te dará ese trabajo que tanto le has pedido, sabe cuando moverá la pieza de ajedrez que ejemplifica tu vida y hacia donde la moverá.

Terminaré comentándote que hace años practiqué el ajedrez y hay maestros que conocen las jugadas a la perfección; al igual Dios conoce no cual jugada aplicará para con tu vida, pero sí, qué es lo que tiene preparado para ti.

Sigue adelante y permite que sea Dios el que mueva las piezas del ajedrez y no tu voluntad la que predomine.

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Escrito para www.devocionaldiario.com

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