Simplemente son discipulos del Maestro – Richy Esparza
Simplemente son discípulos del Maestro
por Richy Esparza
“Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”
Lucas 18:17
Este versículo para mí es muy especial, pues acerca de el escribí mi primer devocional; y me siento afortunado de otra vez escribir acerca de el. La pasada cena de Navidad tuve el privilegio de pasar un tiempo con mis sobrinos. Y al mirarles, este versículo tomaba total sentido. Un niño todo lo cree, lo podía ver en sus ojos al contarles historias que un adulto tomaría como una locura o pérdida de tiempo, pero ellos, estaban expectantes a lo que su tío tenía que decir. Creo que esta es la facultad más necesaria para recibir el reino de los cielos, ¿Por qué no estar expectantes a todo lo que dice un Dios amoroso, y creerle como niños, si Él ya hizo todo?
Un niño es y no necesita de algo para estar feliz, era grandioso como el más pequeño estaba maravillado con un marcador y una hoja de papel o con mis brazos arrojándolo hacia arriba, no necesitaba del personaje de moda para estar feliz, no necesitaba del juguete más caro para estar feliz, pues él es feliz y hace de su vida un campo de juego.
A diferencia de los adultos que necesitan del carro último modelo o de ropa de diseñador para estar felices. Ser y estar…. ser es a pesar de, y estar es condicional del ambiente o situación. Si queremos recibir el reino de los cielos debemos de ser felices como los niños a pesar de las situaciones que nos rodean y hacer de la vida un campo de juego; y dejar en el pasado el estar felices solo porqué recibimos o no; regalos de Dios.
Un niño está lleno de amor, es increíble pero estos pequeñines son los maestros del amor, creo que por ello el Maestro sugirió que les imitáramos. Comparten su alimento, se desprenden de sus juguetes, te dicen que te aman sin temor a ser lastimados, constantemente te recuerdan que la vida es hermosa, reparten abrazos y besos a los que les necesitan…. Simplemente son discípulos del Maestro.
Un niño no se afana, a un niño nada le turba ni le impide ser niño. ¿Por qué caemos en afanes, si se nos ha indicado una y otra vez que seamos como niños y no nos afanemos?
¿Alguna vez has visto al hijo de un Rey afanarse por falta de dinero o alimento?
Tú que has recibido a Jesucristo como tu Salvador, no debes de afanarte por nada, pues tienes un Padre en el cielo que es dueño de todo y ha prometido sustentarte.
Creo que ha quedado más que claro hermanos, seamos niños a pesar de lo que nos rodea, y hagamos de la vida un campo de juego. Creamos todas las promesas de nuestro Padre, no nos afánenos y amemos como los niños.
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El sitio de Richy http://devocionalesderichy.com/