Por su obediencia los conoceréis – Richy Esparza
Por su obediencia los conoceréis
por Richy Esparza
Una cosa que me enamoró del Señor es que tuvo trato personalizado conmigo. Mi Señor sabía que había salvado a alguien con quien debía tratar mucho, así que al principio no puso la ley de Su palabra para mi vida. En lugar de esto grabó solamente 4 estatutos en mí corazón que estaban relacionados con los pecados que me perdonó. Y puso sobre mí el espíritu que discernía lo que era bueno y malo para mí.
En mí proceso de maduración hice cosas que tal vez la religión considera que están fuera de los parámetros de la ley, pero no estaban fuera de los parámetros del espíritu que me estaba guiando. Tal vez te suene algo extraño pero te voy a dar un ejemplo:
¿Recuerdas cuando Dios le permitió a Moisés tener una mujer extranjera y sus hermanos comenzaron a murmurar de él?
Y el Señor le dijo a Aron y María que Moisés era fiel con Él, y que no había algo que no conociera de Moisés, pues él hablaba directamente con Él “No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová” (Números 12) . Por eso nadie puede medir tu relación con el Señor. No se trata de estar en la ley o no, se trata de estar en la voluntad del Señor. No se trata de aparentar que vives apegado a la ley, se trata de atesorar los estatutos que Dios te revela.
Conforme he ido madurando, mi espíritu ha ido creciendo y marcando más estatutos. El estar fuera de estos estatutos me causa muchos problemas por muy pequeña que pudiera parecer la falta para otra persona, a mí me causa un gran distanciamiento con mi Señor y un vació inllevable. Por otro lado hay cosas que hago que otros hermanos las ven mal y a ellos les causa un gran problema, y a mí simplemente no.
He de ahí el porque debemos tener una relación personal con Dios, pues ya tiene trazado nuestro proceso de santificación, que en todos es distinto. Todavía hay cosas con las que batallo, y el Señor ya me ha llamado la atención. Él Quiere que le entregue algo que aunque me gusta, me hace daño. Él me está ayudando a entregárselo y en verdad siento el poder de Su espíritu aligerando la carga. Otra cosa que me encanta de mí Señor es que me hace entender porque me dice las cosas, lo que me hace apreciar más Su consejo. (Salmo 119: 27-29)
Si tienes algo que este impidiendo una relación genuina con tu Señor, que la palabra Señor, significa que Él señorea tu vida, toda tu vida y no solamente lo que te conviene; te invito a que le pidas fortaleza para entregarle ese pecado, habito, resentimiento o culpa, y le puedas servir completamente. Él te ofrece Su fortaleza ,
¡Solo Tómala!
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Escrito en Diciembre de 2009
Gracias por esta reflexión,que llama nuestra atención para examinarnos así mismos y evaluar como se encuentra nuestra relación personal con Dios,porque es responsabilidad de cada creyente buscar su propia conexión,no sólo para los asuntos de nuestra vida diaria sino también para alcanzar un crecimiento espiritual.Los que hemos experimentado el nuevo nacimiento espiritual,sabemos que nuestra conversión fue obra de Dios por medio del Espíritu Santo,que trato personalmente con nosotros,tocando la consciencia de nuestro corazón pecaminoso,dando como resultado el regreso a una vida de gracia. Este fue el primer paso que nos unió a Cristo Jesus,pero luego vinó caminar con El por el sendero de la vida y mantenernos hasta llegar al destino final, es decir reunirnos con el Señor.Es verdad que en ese caminar con el Señor,El trata de manera diferente con cada uno,porque la voluntad del hombre necesita ser quebrantada mediante el poder de Dios,para que sea conforme a la voluntad divina y al final quede unida y sea una sola.Hay varios ejemplos que nos da la Biblia,pero uno de ellos es cuando Dios ordena a Abraham que sacrifique a su hijo Isaac,El amaba a Dios y obedeció con agrado su voluntad entregando a su hijo y el resultado todos lo conocemos.Las virtudes divinas en el corazón de Abraham fueron perfeccionadas,a través de esta prueba. Es verdad,todos tenemos algo que todavía no lo hemos rendido a la voluntad de Dios,que nos impide vivir a plenitud en la verdad de Dios,como son los pecados de la carne,los pecados de la lengua y el orgullo intelectual.Todavia estamos viviendo el tiempo de la gracia y tenemos oportunidad para mejorar y fortalecer nuestra relación con Dios.