Él ha sido fiel a su parte del pacto – Richy Esparza
Él ha sido fiel a su parte del pacto
por Richy Esparza
Las comparaciones no son buenas, pero en esta ocasión me servirá para hacer referencia de lo bueno que es nuestro Señor Jesucristo. Todo comenzó con el llamamiento de Abram a las filas del único Dios, al omnipotente le plació tomarle para levantar una descendencia poderosa y que seria tan vasta como las arenas del mar. El Dios de Abram apartó a dos pueblos cuando Abram decidió creer a Dios y convertirse en Abraham. Al creer Abraham en el poder de Dios, Él le concedió la descendencia anhelada engendrada en el vientre de su esposa; dándole señal de fidelidad en Isaac.
Ismael e Isaac los hijos del patriarca, ambos engendrados de la misma semilla, pero de diferentes tiempos, fe y vientre. Ismael fue engendrado a partir de la duda de Abram y de un vientre que no le pertenecía, púes ya estaba escrito que el hombre sería una sola carne con su mujer. Ismael fue concebido cuando Abram dudó del poder del Altísimo. En cambio Isaac fue concebido cuando Dios manifestó la renovación de Su pacto, porque Él es grande en misericordia. Isaac fue concebido en el vientre de su esposa, porque Él es bueno y concede los anhelos de sus hijos.
En resumen, Ismael es el hijo de la duda y Abram, e Issac es el hijo de la fe y Abraham. Dios es misericordioso y a ambos hijos les permitió conocerle, a ambos hijos les permitió convivir con su padre. Más sin embargo solo a uno le permitió entrar en Su presencia.
La descendencia de Ismael, actualmente adora el Kaaba, ubicado en el lugar donde Dios le mostró misericordia a Agar y su hijo Ismael, les concedió agua y misericordia.
La promesa de Dios hecha a Abraham permaneció viva y su descendencia adoró al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, haciendo un nuevo pacto con su pueblo; guardando y bendiciendo a todo aquel que guardara sus leyes. Pero las costumbres que aprendieron en su cautividad en Egipto les llevaron a adorar otros dioses, qué de nuevo los llevó a la cautividad.
Tan lastimado volvió Su pueblo de la cautividad, que esta vez solo se dedicó a cumplir al pie de la letra 613 mandamientos que el Dios de la ley había dado a sus padres. Ocasionando que muchos de ellos endurecieran con soberbia su corazón, creyendo que la apariencia importaba más que el corazón. El Dios de sus padres les concedió la venida de Emmanuel, aquél Rey Salvador que restauraría su reino, él que habían anunciado los profetas, pero el pueblo no le reconoció, ellos le negaron, humillaron y crucificaron. Y ese pueblo aún sigue esperando la venida de su Rey Salvador, el cual no vieron en el Hijo de Dios.
Pero Dios por Su infinita misericordia, decidió respetar el pacto hecho a Abraham, de tomar a su nación como pueblo, multiplicarle y bendecirle, pero esta vez no solo tomando como pueblo, sino como hijo a todo el que creyere que aquél que había sido crucificado para perdón de los pecados; era en verdad el Hijo de Dios.
Creo que ahora me entiendes, el Dios de Abraham es fiel, el Dios de Abraham es grande en misericordia, tanto, qué a pesar de la duda, infidelidad (pecado e idolatría) y soberbia que le mostró su pueblo; Él ha sido fiel a su parte del pacto.
Y le ha dado Su Gracia por medio de su Hijo Jesucristo, a todo el que decida tomarle como único Dios y Padre. La duda, el pecado, la idolatría y la ley, siguen ahí, pero tú, el pueblo escogido tienes algo que los que se han desviado del camino no tienen; la Gracia de Jesucristo y la fidelidad del Dios de Isaac, Abraham , Jacob y ….(ponle tu nombre)
¿Ahora dime, eres afortunado?
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