¿Qué tan sabio eres? – Richy Esparza

¿Qué tan sabio eres?

por Richy Esparza

Sabio, Wise man, Jeque ¿Qué es lo que tienen en Común? -Que son hombres y su motor es perseguir la Sabiduría.

Bueno, pero ¿A qué se debe esa hambre del hombre por saber? -Todo comenzó en el jardín del Edén, cuando nuestros padres comieron del fruto del árbol de la sabiduría. (Génesis 3:6-7)

Imagina lo peligrosa que puede ser la sabiduría en manos de los hombres, para que Dios les haya dado solo el mandamiento de apartarse de ese árbol y el de la vida.

¿Te suena familiar?

• El hombre descubrió la pólvora

• El hombre descubrió las armas nucleares

• El hombre descubrió la manipulación genética

• El hombre descubrió la clonación

Entre más sabemos, más somos peligrosos si no tenemos la Sabiduría que solo proviene de Dios.

Ésta búsqueda de la sabiduría para ti y para mí comenzó cuando éramos pequeños. Que padre es cuando eres niño,!Solo Eres! y estás en perfecta armonía. Pero al igual que en el jardín del Edén, nuestro batallar inició cuando despertó nuestra conciencia; discerniendo el bien y el mal; ¿Por qué no?, ¿Por qué si?, ¿Quién dice? , ¿Quién es Dios?

Y al menos yo, no entendía el por qué no debía de tocar el escape caliente de un camión hasta que mi mamá me estaba embarrando la pomada; de la misma manera que Adán y Eva se dieron cuenta que no debieron haber comido el fruto hasta que supieron que estaban desnudos.

Y desde entonces esta ha sido la manera más común en que el hombre ha adquirido su Sabiduría, a prueba y error. Siendo nuestra la decisión de obtener Sabiduría por medio de experiencias propias o ajenas.

Pero existe otro nivel de Sabiduría que tiene como fundamento el temor de Dios (Proverbios 1:7) ¿Qué es el temor de Dios? -Yo lo concibo como una mezcla de amor y respeto. Reconozco a Dios como mi Padre y tengo la plena confianza de que lo que Él me enseña, es lo mejor “para mí”.

Por eso es muy importante tener una comunión con Dios, porqué lo que es bueno para mí, tal vez no lo sea para ti. La Sabiduría de Dios ha sido enseñada desde siempre a sus hijos , permitiéndoles ser instrumentos para transmitirla mediante proverbios, palabras de verdad, dichos etc. Para darle una ubicada al mundo, jejeje andamos nomás redarguyendo conciencias con Su Sabiduría, que me recuerda el siguiente versículo: “Las palabras de los Sabios son como aguijón” (Eclesiastés 12:11), o dicho de otra manera “la verdad no peca pero incomoda”.

Esto se debe a que los Sabios aparte de temer a Dios, hablan con su verdad. (Eclesiastés 12:10) Es más eficaz que derrames tú corazón escribiendo tú verdad en unas cuantas páginas respaldado por la Sabiduría del Señor, a que escribas libros llenos de entendimiento y palabras rimbombantes pero sin tú verdad.

¿A que me refiero con tú verdad? ¡A eso!, que compartas simplemente tú verdad. La palabra de Sabiduría que no está respaldada por tú verdad es estéril. Es por eso que encontramos tanta Sabiduría en las escrituras, mediante el temor de Dios éstos personajes nos comparten su verdad para alumbrar nuestro caminar.

No hay nada que inventar, ya todo esta escrito en nuestro manual de vida. Y recuerda ¡Brother! Si es Sabiduría lo que buscas, que sea la de Dios.

¡Se me olvidaba!, les tengo que dar otro tip para que no coman de nuevo del árbol de la Sabiduría. No se si te ha pasado, que en ocasiones te sientes el dueño de la Sabiduría y te preparas, estudias, buscas palabras rimbombantes porque te quieres lucir en esa predica, compartimiento o presentación. Y se te olvida lo más importante; que no es por ti, si no por Él.

¡Upsss! comiste de nuevo del árbol de la Sabiduría, ya imaginarás el resultado, entraste a compartir sintiéndote bordado a mano y saliste escondiéndote.

¡Por eso Señor enséñanos a siempre compartir y no a competir!

Compártelo en Facebook