¿En que frecuencia estas? – Daniel Orduña
¿En que frecuencia estas?
por Daniel Orduña
“Más esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien”. (Jeremías 7:23)
Muchos desean escuchar a Dios pero ¿de verdad están en la frecuencia de Dios? Por que sino te puede llegar cualquier señal. En la Biblia podemos encontrar muchos hombres y mujeres que han escuchado la voz de Dios y han salvado, regañado al pueblo, etc.
Pero ¿como saber si es la voz de Dios? Pero ¿Podemos escuchar la voz del diablo? Si, si la podemos escuchar y también podemos escuchar nuestra propia voz. Hay muchas frecuencias en el mundo pero tenemos que conectarnos a la frecuencia de Dios
Podemos hacerlo de dos formas. Yo soy un niño de 11 años y en la clase de “Niños de Fe” hacíamos un ejercicio, este era que nuestras mamás se escondían detrás de una puerta y nos decían “ven ovejita(s)” y nosotros teníamos que reconocer su voz, muy poco niños fallaron. Fallaron por que sus mamás se la pasaban trabajando, descansando, etc. Pero como no pasaban mucho tiempo con ellos no reconocían su voz. Nosotros debemos de reconocer la voz de Dios pasando mucho tiempo con Él. Así la reconoceremos en seguida.
Pero Dios me mostró otra forma.
La otra forma que Dios me mostró es estar siempre dentro de Él pues Dios es como una alberca si tú te sumerges a una alberca y alguien te grita de afuera de la alberca tú no lo escuchas o lo escuchas levemente. Así es Dios, si nos metemos dentro de Él no podremos escuchar al diablo, ustedes dirán: pero a nuestra carne si. Pues no es así. Por que el Dios perfecto y la carne pecadora nunca pueden estar juntos. Así que para entrar dentro de Dios tenemos que quitarnos nuestra carne. Así solo podremos escuchar la voz del Señor. Sumerjámonos en la presencia de Dios.
PONGAMOS NUESTROS OIDOS SOLO EN LA FRECUENCIA DE DIOS.
Gracias Dani, Dios me confirmó que debo pasar más tiempo con él.Eso fué para mí. Lucia Isaura
Dani:
Justo el sábado siguiente, nuestra congregación se puso en sintonía con nuesro Padre, en un ayuno general y un retiro de gran victoría.
Como ves Dani, estamos en el mismo espíritu puesto que todos estamos en el Cuerpo de Cristo.