Desde que se inventaron las excusas
Tema: “Desde que se inventaron las excusas”
Texto: Génesis 3: 9-10
Las excusas tienen la patente de Adán, el primer hombre sobre la faz de la tierra tuvo que recurrir a la ahora tan famosa “excusa”.
¿Cuántos de nosotros en momento determinado hemos tenido que recurrir a ella?, no me digas que nunca, la mayoría de nosotros ya sea por necesidad, por placer o por simple herencia pecaminosa recurrimos a ella.
La mayoría de nosotros vemos a Adán como una persona que no necesitaba poner una excusa para reconocer el pecado tan obvio que había cometido. Pero, ¿Alguna vez te has dado cuenta que nosotros hacemos lo mismo?, así como Dios había dicho a Adán y a Eva que no comiesen del árbol de conocimiento del bien y de mal, así mismo hoy en día la Biblia es la Palabra de Dios escrita para nuestras vidas, la cual nos enseña el sendero por donde tenemos que transitar, es decir que no tenemos excusas que poner delante de Dios, pues el mismo Padre de la luces nos ha mostrado que hacer y que no hacer para poderlo agradar.
¿Cuántas excusas seguirás poniendo al Señor para servirle?, ¿Cuántas excusas mas para agradarlo?, ¿Cuántas excusas mas sobre el porque pecas?, es hora de llegar delante de tu Padre y reconocer tu debilidad, pedir perdón y prometerle que trataras de no volverle a fallar.
Es de Adanes fallar, pero es de Perdonados no quererlo volver a hacer.
Dios quiere gente sincera que reconozca sus errores y que deje a un lado las excusas, personas dispuestas a no volver a fallar porque reconocen que Dios los ha llamado a Santidad y no a Pecado.
Autor: Enrique Monterroza
El hombre, por su naturaleza, siempre esta a la defensiva (como dicen los sicólogos); ahora, cual es esa naturaleza que citamos, sencillamente su estado en pecado y ese estado, por antonomasia trae temor (de miedo), de ahí que intenta ocultar “todo”. Pues bien, dentro de esa tesitura y acorde a “esa naturaleza” es que manifiesta su “eterna” excusa y los discípulos del Señor sabemos que Dios quiere siervos o hijos auténticos, sin dobleces. POr ejemplo el hombre cuando pierde su reloj dice “Se me cayó mi reloj” y lo correcto es “Eché mi reloj” Desde luego que hay que distinguir la intencionalidad y lo accidental. Seamos sinceros, no andemos con excusas, no es de cristianos, Estoy de acuerdo con el Tema.
Me gusto esa solicitud de que esperan que siempre comente; voy a atreverme a un poco más, puedo escibirles alguna reflexiones.
A la orden