La importancia de la casa de DIOS – Richy Esparza
La importancia de la casa de DIOS
“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.”
SALMOS 122:1
La casa de DIOS, su templo, siempre ha tenido un lugar primordial en los planes del Altísimo. Fue ahí donde Él escogió primeramente manifestar su santa presencia. Y mediante la gracia de nuestro Señor Jesucristo posteriormente decidió morar en los creyentes.
Después de que el pueblo de Judá terminó su exilio en Babilonia, la primer tarea que le encomendó el SEÑOR a su pueblo fue reconstruir el templo en Jerusalén (Esdras 1). Lo cual fue motivo de gran alegría (Salmos 126).
Posteriormente Nehemías, quien fue un gran hombre de fe dirigió la obra de reconstruir la muralla que protegería de nuevo Jerusalén, la casa de DIOS. Y a pesar de gran oposición, Nehemías se mantuvo enfocado en lo que él describió como una gran obra y le concluyó.
En medio de lo anterior, hubo momentos en los que el pueblo de DIOS olvidó la tarea que se les había encomendado de edificar la morada del Todopoderoso. Y cuando esto ocurrió parecía que todo el esfuerzo del pueblo era echado a la basura. El SEÑOR lo describió de esta manera:
“Ustedes siembran mucho y cosechan poco, comen y no calman su hambre, beben y no calman su sed, se abrigan y siguen teniendo frío, y el sueldo que les pagan no les alcanza para nada.” Hageo 1: 6 Traducción en lenguaje actual (TLA).
El pueblo se encontraba desperdiciando su esfuerzo porque olvidaron lo primordial. A DIOS y su casa. Y como consecuencia no recibían la lluvia que necesitaban para que su esfuerzo prosperara.
Al igual que el pueblo de Israel, nuestro Señor Jesucristo ha encargado a los creyentes edificar su casa. Que es la Iglesia, los creyentes y los que serán salvos. Y lo anterior debe ser motivo de alegría. No obstante cuando se tiene por encima de DIOS y su casa otras prioridades, nuestro esfuerzo no prosperará y parecerá ser echado en saco roto.
Cuando uno invierte tiempo, esfuerzo y economía en el SEÑOR y su casa, todo lo demás se vuelve más fácil. Así el SEÑOR enviará la lluvia que necesita nuestra tierra.
Si tú te ocupas primeramente de DIOS y su casa, Él se ocupará mayormente de la tuya.
Por Richy Esparza
Escrito para: www.devocionaldiario.com
