Vuelve a la palabra – Richy Esparza
Vuelve a la palabra
“Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino.”
Salmos 119:105
Nueva Traducción Viviente (NTV)
El SEÑOR habla palabras a la vida del creyente, no obstante las dificultades pueden hacerle olvidar qué dijo DIOS. Y al hacerlo olvidan su rumbo. El miedo puede hacer olvidar al creyente que DIOS dijo “No temas que Yo estoy contigo”. Las situaciones que aún no terminan de acomodarse pueden ocasionar que el creyente olvide que la bendición del SEÑOR enriquece y no añade tristeza con ella. La palabra de DIOS en una lámpara que alumbra la vida de los creyentes, ésta lleva luz a los rincones del corazón que son oscurecidos con duda o miedo. La palabra de DIOS es como un faro que guía a los hijos de DIOS hacia tierra firme. La palabra de DIOS es la provisión que los creyentes deben recibir; de ella se recibe la salud, gozo, libertad o cualquier cosa que se necesite. Primero se recibe la palabra en el corazón y luego ésta da fruto en lo exterior.
Recordemos que todo cuanto existe fue hecho por medio de la Palabra. En ella hay poder creador. Una palabra hablada por DIOS puede hacer que los creyentes caminen sobre las aguas (Mateo 14:29). En esa ocasión el apóstol Pedro entendió el poder de las palabras de DIOS, pidiéndole a nuestro Señor Jesucristo que fuera Él quien por medio de una palabra ordenara que avanzase. En otra ocasión un centurión también entendió el poder sanador que tienen las palabras de DIOS, éste le dijo al Mesías que no era merecedor de una visita personal, y que tan solo hablase una palabra para que su siervo fuera sanado. Y así fue hecho (Mateo 8: 8-10).
Una palabra de DIOS puede hacer que se abran ríos o mares para caminar sobre ellos. Una palabra de DIOS puede guardar a los suyos de muerte segura. En su palabra está el poder sanador que cualquier enfermo necesita. En la palabra de DIOS los creyentes encuentran esperanza cuando no la hay. La palabra del SEÑOR abre camino donde no hay, ésta ofrece seguridad aun en el valle de sombra de muerte. La palabra es el bálsamo que cura las heridas más profundas del alma.
Las palabras de DIOS se quedan grabadas en el espíritu del creyente, y éstas hablan a su corazón para que no se pierdan a pesar de las tormentas de la vida.
Cuando te sea difícil avanzar en la voluntad del SEÑOR para tu vida, vuelve a la palabra que Él te ha hablado. Avanza, y al hacerlo la duda y el temor se disiparán.
No camines a tientas, vuelve a la palabra.
Autor: Richy Esparza
Escrito para www.devocionaldiario.com