No aceptes propuestas basadas en el engaño – Marisela Ocampo Otálvaro
No aceptes propuestas basadas en el engaño, tarde que temprano todo saldrá a la luz
Cuánta tristeza me da saber que existen personas que dicen creer en Dios, pretendiendo pervertir el corazón de los demás con propuestas llenas de engaño y codicia. Es normal esperar de una persona no creyente malas actitudes, basadas en la corrupción y la mentira porque están apartados de Dios, pero es doloroso encontrarse en el camino con personas “creyentes” practicando tales cosas; y lo peor, tratando de contaminar el pueblo de Dios con este tipo de fechorías.
Una de las primeras preguntas que me hago es: ¿será que ya lo han hecho con otros y estos han dicho que sí, sin importar cuánto desagrada a Dios? entonces, ¿Dónde está el temor de Jehová y la santidad de la que tanto predicamos?
Créanme hermanos que cuando esto me sucedió, hasta llegué a confundirme por la manera tan sutil e inteligente en que actuó el enemigo, pretendiendo maquillar el mal con justificaciones que se escuchaban sensatas para poder llevar a cabo su pretensión, justificaciones camufladas en obras de gran importancia para el Señor, pero a la hora de la verdad obras llenas de ambición, obras que aparentemente son de Dios pero cuyo obrar y cuyos fines niegan totalmente la santidad y la majestuosidad de nuestro Señor y Salvador. ¡Ahora! no soy quién para juzgar a los demás, yo no soy perfecta y también le he fallado a Dios; además, es el Señor quien nos trata y nos moldea, es a Él a quien debemos rendir cuentas y cada uno de nosotros tendrá su propia etapa de transformación en el Señor, cada uno está viviendo su propio proceso en Él; yo confío en que todo ayuda a bien para los que hemos sido llamados conforme sus divinos propósitos, por eso no me atrevo a lanzar juicios de condenación, yo no soy Dios, soy una pecadora más redimida por la preciosa sangre de Jesucristo nuestro Salvador.
Lo único que sé, es que con ésta experiencia pude confirmar cuán bondadoso y amoroso es nuestro Padre y cómo sus misericordias se renuevan cada mañana para todos los que con un corazón arrepentido y quebrantado buscamos su perdón. “Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia”. Proverbios 28:13 (Nueva Traducción Viviente).
Estoy convencida de que el propósito con todo esto fue ver la gloria del Señor no sólo en mi vida sino en la vida de esta persona, Dios cumple sus promesas, Él nos concede su perdón y su gracia cuando reconocemos nuestros pecados y deseamos ser cambiados por su poderosa mano. Esta experiencia fue de gran bendición porque pude reconocer una vez más la manera en que Dios nos ama y cómo nos cuida para que no caigamos en tentación. El Señor se vale de las circunstancias y de personas temerosas de Él para enderezar nuestros pasos y asegurarse de que caminemos en integridad según su voluntad. No me cabe la menor duda, de que Él pone sus ojos sobre nosotros una sola vez y para siempre, Él no se arrepiente de habernos escogido, Él no deja obras iniciadas, lo que ha prometido que hará en nuestras vidas lo cumplirá.
La gran lección en esta oportunidad: “No aceptes propuestas basadas en el engaño, tarde que temprano todo saldrá a la luz” no importa cuántas obras hermosas podamos hacer para el Señor, sólo pensemos, si la forma de llevar a cabo dichas obras incluye mentira, estafa y engaño, ¿cuánto podrían agradar al Señor? Es cierto que Dios es bueno, amoroso y misericordioso pero también es justo, que no se nos olvide, y tarde que temprano todo lo malo que hacemos así sea para hacer buenas obras tendrá su recompensa y la recompensa del pecado no es más que la condenación, la muerte y la destrucción. ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? Marcos 8:36 (Nueva Traducción Viviente).
Abramos nuestros ojos, pidamos a Dios discernimiento para comprender la diferencia entre el bien y el mal, y que sea Él por medio de su Santo Espíritu dándonos convicción y carácter para elegir siempre hacer lo correcto ante sus ojos, sin importar cuánto podamos perder ante el mundo o cuán vituperados podamos quedar ante los demás.
“Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente, sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería un siervo de Cristo”. Gálatas 1:10 (Nueva Traducción Viviente).
“Pues el Señor es justo y ama la justicia;
los íntegros verán su rostro”.
Salmo 11:7 (Nueva Traducción Viviente).
“El Señor detesta el uso de las balanzas adulteradas,
pero se deleita en pesas exactas”.
Proverbios 11:1 (Nueva Traducción Viviente).
“Los ricos se creen sabios,
pero no pueden engañar a un pobre que tiene discernimiento”.
Proverbios 28:11 (Nueva Traducción Viviente).
“Es mejor ser pobre y honesto, que ser rico y deshonesto”.
Proverbios 28:6 (Nueva Traducción Viviente).
“Pues todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz. El que tenga oídos para oír debería escuchar y entender”. Marcos 4:22-23 (Nueva Traducción Viviente).
“La gente puede considerarse pura según su propia opinión,
pero el Señor examina sus intenciones”.
Proverbios 16:2 (Nueva Traducción Viviente).
“Que ni el dinero, el reconocimiento o el poder te lleven a aceptar propuestas que a Dios desagradan. En ningún momento pongas en duda la justicia de Dios”.
Autora: Marisela Ocampo Otálvaro
Escrito para www.destellodesugloria.org