Alégrate por tu salvación

“Restaura en mí la alegría de tu salvación y haz que esté dispuesto a obedecerte.”

Salmos 51:12

Nueva Traducción Viviente (NTV)

Existía un hombre que había sido cómplice de la muerte de muchos esclavos africanos, transportándoles en condiciones inhumanas. Y cuando escuchó de la salvación pensó que él no podría recibirle. La culpa lo abofeteaba. No obstante cuando descubrió que la salvación es un regalo que se recibe por gracia, sin importar qué pecados se hayan cometido, en su alma hubo gran alegría y libertad. Ese hombre es John Newton, quien escribió el himno “Sublime Gracia”. Había un hombre judío cuya pasión era destruir la Iglesia de Jesucristo. Estaba de acuerdo en que los seguidores de Jesús fuesen muertos. Pero un día el Señor le tuvo misericordia y le escogió para convertirle en su instrumento, ese hombre fue Saulo de Tarso. Con el tiempo él se convirtió en Pablo, quien escribió acerca de la paz que tuvo con DIOS a pesar de sus pecados del pasado:

“Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.” Romanos 5:1 Nueva Traducción Viviente (NTV).

Hubo un joven que se dedicó a la perdición y ensució su alma de pecado. Se hundió en el alcoholismo y llegó al punto en que su vida no podía ser restaurada. Su mente y sus nervios estaban hechos pedazos. Pero escuchó de la salvación de Jesús, clamó a Él y recibió una nueva y fresca oportunidad.  Jesús lo restauró después de haber estado perdido. Ese hombre soy yo, quien después de haber estado atrapado en un lugar oscuro hoy comparto con alegría acerca de la salvación que solo puede ofrecer Jesús.

Estoy seguro que también tú tienes una historia de salvación y alegría por medio de Jesús. A ti también se te perdonó el pecado de tu cuenta. Después de buscar llenar un vacío finalmente Jesús llegó a tu vida para saciarte. Sin importar que en el pasado nadie te haya considerado para grandes proyectos, hoy en día eres importante para DIOS y su reino.

Recuerda constantemente de dónde te sacó Jesús y alábalo por ello. Quizá en este momento no estés en el lugar donde quieres estar, pero debes recordar donde ya no estás. Ahora tienes a Jesús y su salvación.

Alégrate hoy por la salvación que has recibido.

Autor: Richy Esparza

Escrito para: www.devocionaldiario.com

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