ALGUNOS CONSEJOS FINANCIEROS

“»El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra, y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú les prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie. El Señor te pondrá a la cabeza, nunca en la cola. Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando, y los obedezcas con cuidado. Jamás te apartes de ninguna de las palabras que hoy te ordeno, para seguir y servir a otros dioses.”

Deuteronomio 28:12-14

Nueva Versión Internacional (NVI)

Este devocional bien podría llamarse – Bendiciones a la Obediencia – las cuales se encuentran en el Capítulo 28 de Deuteronomio, seguido de las – Maldiciones por la desobediencia – pero en realidad hay muchos referencias en la Biblia acerca de cómo tener unas finanzas saludables, estar libre de deudas, vivir en paz por dinero y prosperar económicamente, como prospera (avanza) nuestra alma y es un tema que debemos conocer, pues realmente no se nos enseña acerca de él, ni cuando somos niños, menos cuando somos adolescentes o mayores y es la causa de uno de los mayores dolores de cabeza de los cristianos. Por esta razón lo he tomado como base o fundamento, pues sin obediencia, no hay bendición, por mucho que nos esforcemos.

La prosperidad y salud financiera no es un tema tabú que no podamos tratar y hacernos conscientes de él, ni es ajeno a Dios, pues su palabra nos instruye precisamente para que pongamos por obra, asimilemos y obedezcamos a la palabra de Dios, a su voz, a sus consejos y mandamientos.

Si nosotros cumpliéramos al menos 10% de lo que dice Dios acerca de las finanzas, estoy segura que nuestra situación económica sería muy diferente. De hecho el Pueblo Judío cumple con la mayoría, sino todos estos preceptos y ya vemos y sabemos cuan prospero es.  Algunos ejemplos:

1.  Rectitud e Integridad. Tener una vida integra incluye, no hacerle daño al prójimo, no hacerle a nadie lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros mismos. Dios quiere renovar un espíritu recto dentro de nosotros y conforme el mismo Jesús lo dijo,  todas las cosas que queramos que los hombres hagan con nosotros, así mismo hacemos nosotros con ellos, pues esto es la ley y los profetas. Rectitud e integridad, incluyen ser honestos, no mentir, no engañar, amar incluso a nuestros enemigos y por tanto no buscar ventaja del otro, aprovechándose de las circunstancias o de su debilidad. Eso de que en los negocios, la guerra y el amor, todo se vale….no es bíblico. A veces cuando se gana algo injusto, en realidad se está perdiendo mucho más.

2.  Alaba a Dios con tu dinero.  Diezmar, ofrendar y hasta apoyar causas en favor de la obra, es una manera de guardar y salvaguardar tu dinero; cuando diezmamos en realidad solo estamos dando a Dios lo que es de Él y lo que nos queda, nos lo guarda para que no tengamos que gastarlo después en arreglos de daños, imprevistos, médicos o nos sea robado o malgastado en boberías.

3.  No sirvas de fiador. A no ser que estés dispuesto a perder no solo tu dinero, sino también al amigo. La Palabra de Dios dice que es maldito el hombre que confía en el hombre, porque del corazón del hombre solo sale maldad y cuando confiamos más en una persona, por ende estamos confiando menos en Dios. Por el contrario, dice que si esta en tu capacidad de ayudar al pobre o más necesitado, debes hacerlo y acumularas tesoros en el cielo y si se trata de la familia, la comunidad o los amigos, con mayor razón, pero no debemos ser aprovechados, usureros y siempre debemos de tener misericordia, porque puede ser que esos dineros no los recuperes, al menos directamente, es mucho mejor hacer un regalo, un presente o una ayuda.

4.  No pidas prestado. Dios nos llama a ser cabeza y no cola, pero si te prestan, paga lo que debes. Esto incluye los créditos – tarjetas de crédito, prestamos, compras con pagos futuros, etc. – Tal vez esta es la parte más difícil de asimilar y poner por obra, pero si ya estas endeudado, piensa en pagar tus deudas y luego aprende a vivir con menos de lo que te ganas, así te quedara un excedente y podrás ahorrar y capitalizar, para en el futuro ir adquiriendo lo que necesitas. Cuando nos endeudamos, especialmente si no es algo absolutamente necesario, terminamos pagando hasta 300% más del valor real de las cosas o servicios que adquirimos a crédito. Hay gente que aparentemente tiene mucho, pero si todo lo debe, en realidad no tiene nada. Lo que es verdaderamente tuyo es lo que esta pagado, lo que está por pagarse, no tiene futuro, porque no sabemos si vamos a poder pagarlo.

5.  Se generoso. Porque el que abundantemente da, abundantemente recibe. Vivimos en un mundo lleno de vida en abundancia, lleno de belleza, de amor y de riquezas y ser generoso no se limita solo al dinero, se refiere al dar con generosidad, porque de lo mismo que demos, de eso mismo vamos a recibir.

6.  No pongas tu confianza en las riquezas. Confía en Dios, Él es quien da y quita y Él es el dueño del oro y la plata de este mundo. Si nos confiamos demasiado de las riquezas,  el dolor va a ser muy grande en caso de perderlas.

7.  Confía en Dios con todo tu corazón. El prometió nunca dejarnos ni abandonarnos, Él es nuestro proveedor y quien bendice la obra de nuestras manos.

8.  Se obediente. Y busca primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas te serán añadidas.

“Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la ley y los profetas.”

 Mateo 7:12 Nueva Versión Internacional (NVI)

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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