¿Ansioso o confiado? – Hefzi-ba Palomino
¿ANSIOSO O CONFIADO?
“¿Por qué voy a inquietarme?
¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios!”
Salmos 42:5 Nueva Versión Internacional (NVI)
Es increíble la cantidad de cosas que uno hace en un día, desde levantarse, bañarse, vestirse, desayunar, transportarse de un lugar a otro, cocinar, ponerle cuidado a los niños, o al novio, la novia, el esposo, la esposa, salir a trabajar o estudiar, tomar decisiones, solucionar problemas, ayudar o servir a otros, orar, comer, descansar, cargar, descargar, leer, pensar, hacer planes, hacer devocionales o leer La Biblia, etc. Con seguridad que frente a tu propia lista, esta se queda corta y como si fuera poco, algunos cargan con asuntos del pasado, como rencores, resentimientos, enemistades, falta de perdón o viven estancados en el pasado pensando que el tiempo pasado fue mejor y en el mejor de los casos, preocupados y ansiosos por el porvenir, el futuro, lo que puede suceder mañana o pasado mañana…. Nuestra mente nunca descansa, ni siquiera cuando duerme, pues en los sueños muchas veces, seguimos repitiendo lo que hacemos todo el día.
Amados, este no es el plan de Dios y personalmente creo que la mejor manera de aplicar la Palabra de Dios a nuestra vida, es haciendo todo no en mi poder y fuerza, sino en el poder y fuerza de Dios, viviendo un día a la vez, sacándole provecho a cada día, porque al fin y al cabo, el hoy, el aquí y ahora, el presente, es lo único real, lo único con que contamos; mañana no sabemos qué va a pasar y el pasado, no puede regresar o nosotros regresar a él para corregir lo que hicimos; tal vez algún día el hombre invente la forma de volver al pasado o ir al futuro, pero yo no creo que ninguno de nosotros podamos verlo.
El día a día, el eterno presente, vivido conforme al conocimiento que tenemos de Dios y de su palabra, son lo único verdadero y real y no vale la pena malgastarlo o sacrificarlo por algo ilusorio como es el pasado o el futuro y mucho menos, echarlo a perder llorando sobre la leche derramada; no somos perfectos y todos cometemos errores de los cuales nos podemos arrepentir, pero tenemos el amor, el cuidado y el apoyo que nos ofrece Dios con sus promesas, con su presencia y con sus misericordias que son nuevas cada mañana.
En ocasiones nos dejamos llevar por nuestros pensamientos, bien sea hacia atrás o hacia adelante y nos olvidamos que lo importante es lo que hago, digo, pienso y siento….hoy, si de verdad nos importa el futuro, hoy es el día para construir un futuro mejor, para hacer algo que impacte nuestra vida y la vida de otros mañana y si es el pasado lo que te preocupa o hay falta de perdón en tu vida, apresúrate a perdonar y arrepentirte, pues no sabemos que nos traerá el mañana o si tendremos tiempo para hacer lo que posponemos hoy.
Estar ansioso, deprimido o angustiado, no es una opción para un hijo de Dios, es falta de fe y confianza en el Dios en quien ha creído, por tanto, lávate, límpiate con la Palabra de Dios, con las enseñanzas de Jesús, nutre tu corazón con su amor y fortalécete en su poder y su fuerza y El, cortara toda atadura que no te permita vivir plenamente en él, cada día, disfrutando de su amor y su presencia.
Sea cual sea la situación por la que estés atravesando, no estés ansioso, simplemente confía y no tengas temor, recuerda que todo tiene su tiempo, todo llega y todo pasa y que el único temor que Dios nos acepta es el temor reverente y la sumisión a su voluntad, pues lo contrario al temor es el perfecto amor de Dios.
“Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús. En el amor no hay temor, sino que el amor *perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.”
1 Juan 4: 17-18
Nueva Versión Internacional (NVI)
Autora: Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com
AMÉN. Gracias por esta reflexión que alimenta mi alma. BENDICIONES