La batalla con la incredulidad – Richy Esparza
La batalla con la incredulidad
“Eliseo le respondió: —¡Escucha el mensaje del Señor! Esto dice el Señor: “Mañana, a esta hora, en los mercados de Samaria, tres kilos de harina selecta costarán apenas una pieza de plata y seis kilos de grano de cebada costarán apenas una pieza de plata”. El funcionario que atendía al rey le dijo al hombre de Dios: —¡Eso sería imposible aunque el Señor abriera las ventanas del cielo! Pero Eliseo le respondió: — ¡Lo verás con tus propios ojos, pero no podrás comer nada de eso!”
2 Reyes 7:1-2 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El escenario era crudo. El rey de Aram mandó sitiar la ciudad más importante del reino de Israel, Samaria. Dentro de la ciudad ya no había alimento, tanto que las personas comenzaron a comerse a los suyos; esto último como consecuencia del pecado del pueblo de DIOS. No obstante en Su misericordia el SEÑOR envió a Eliseo para dar un mensaje de aliento y anunciarles la salvación ante sus enemigos. A ello el funcionario del rey respondió: —¡Eso sería imposible aunque el Señor abriera las ventanas del cielo! Seguramente este hombre tenía endurecido el corazón por las dificultades que había vivido, y su propia boca le condenó. Al día siguiente el SEÑOR ahuyentó de manera sobrenatural a los enemigos de Su pueblo, les dio botín y trajo de nuevo alimento. Y como lo afirmó Eliseo, el funcionario observó dicho evento pero murió aplastado por la multitud (2 Reyes 7:19).
Si tú has nacido de nuevo por la sangre de Jesús, la manera en que debes vivir es por fe. Esto implicará que en ocasiones no recibirás lo que anhelas en el momento que quieres, significa que tendrás que mantenerte fiel a DIOS aunque no veas lo que esperas; y que deberás creer cuando sea difícil hacerlo.
Si tú has permitido que las situaciones que has vivido endurezcan tu corazón para creer lo que DIOS ha dicho para tu vida, debes arrepentirte y permitir que Él te limpie. No sea que te ocurra lo que al funcionario del rey, tan cerca de recibir lo que anhelaba pero condenado por su propia boca.
Cuando te sea difícil creer, pídele a DIOS que aumente tu fe y así te será hecho.
No pierdas bendiciones por falta de creer.
Autor: Richy Esparza
Escrito para www.devocionaldiario.com