UNA VISION AL FUTURO

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos”

2 Corintios 4:7-9 (Reina-Valera 1960)

Trabajo en un ancianato en Estados Unidos y por supuesto hace frio por esta época, pero aun en medio del invierno hay días bonitos y soleados y hoy fue uno de ellos;   al entrar al cuarto de uno de los ancianitos, me llamo hacia la ventana y me pregunto si veía yo unos pájaros grandes que estaban en la parte de afuera; yo abrí un poco la persiana y  mire cerca de la ventana, en el exterior y francamente no vi ningún pájaro y pensé que tal vez habían estado ahí y se habían ido. Yo le dije, que no veía nada y entonces el insistió y me mostro un campo abierto como canchas de futbol a unas dos cuadras de su habitación; entonces quede sorprendida de ver una hermosa manada de gansos en la grama tomando el sol en comunidad y muy tranquilamente.

Le dije Oh Si, los veo, que hermosos verdad? Y le di las gracias por compartirlos conmigo. Cuando Salí, me puse a pensar que los seres humanos somos cortos de vista y solamente vemos lo que tenemos al frente de nuestros narices, es decir el presente y pocas veces nos arriesgamos a levantar la vista para mirar “más allá” lo que está lejos y no solo lo que está cerca, mirando hacia adelante, hacia el futuro, que obviamente no podemos ver, pero  sabemos que está ahí y que Dios si puede verlo porque conoce perfectamente lo que tiene para nosotros en el futuro y que poco a poco lo va manifestando.

Así que como este hermoso pasaje, cualquiera que sea la situación que estemos atravesando, sea tribulación, apuros, perseguidos o derribados; vivamos por fe, confiados en El Señor de Señores y Rey de Reyes, dejando en sus manos todo nuestro ser y nuestro destino, porque nadie como El, para cuidar de nosotros y traer a nuestras vidas lo que es agradable y perfecto, de acuerdo a su voluntad.

Y es que esto me cayó como anillo al dedo, en medio de una serie de preguntas, argumentos y cuestionamientos , mezclados con sentimientos y críticas a una situación personal afectiva, de donde me saco El Señor al mostrarme que todo esto era producto de la carne, (del alma y del cuerpo) y que yo no tenía que tomar ninguna decisión basada en mis propios pensamientos y conclusiones, sino entregarle esta situación a Él, esperar y confiar en que El me confirmara cuál era su buena y perfecta voluntad para mi vida; es decir renunciar a mis propios razonamientos y descansar en el Espíritu, pues de la misma forma que yo solo estaba viendo lo que tenía frente a mis narices y no lo que había más allá; no podía ver ni el futuro, ni todo lo maravilloso que Dios tiene para mi vida en el futuro.

Así que, aunque fue difícil negarme a mí misma y seguir mi corazón, donde se manifiesta la intuición y la voluntad de Dios, finalmente lo hice, y para sorpresa de mi alma, descubrí que Dios siempre tiene algo mejor para nosotros que lo que nosotros mismos podemos proporcionarnos.

Vivamos pues confiados y seguros en sus manos, de donde ha prometido nunca soltarnos y no dejarnos solos, sino estar con nosotros hasta el fin, sea cual sea el fin.

Si algo tienes que agradecer al Señor, bendice su Santo nombre y alabadle.

“Alabad a Jehová, porque él es bueno, Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Dios de los dioses, Porque para siempre es su misericordia. Alabad al Señor de los señores, Porque para siempre es su misericordia.”

Salmos 136:1-3 (Reina-Valera 1960)

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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