No te rindas, Dios no se rinde – Hefzi-ba Palomino

NO TE RINDAS. DIOS NO SE RINDE

Estando persuadidos de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo.

Filipenses 1:6

Todos experimentamos en algún  momento de nuestra vida momentos de duda, ansiedad e incertidumbre con respecto al futuro o a alguna situación en particular que estemos viviendo y es perfectamente humano que queramos rendirnos, claudicar, abandonar un proyecto, un trabajo o a alguien en especial. Sin embargo, salvo algunas excepciones, es importante que aprendamos el valor de la constancia y la perseverancia, hasta que logremos nuestro éxito, metas u objetivos.

Dios no es ajeno a nuestros sufrimientos, El conoce perfectamente todas nuestras dificultades y espera que nosotros desarrollemos nuestro poder de decidir (libre albedrio) y que a través de la espera y la experiencia, aprendamos la perseverancia y la constancia, lo cual nos va a formar como personas de carácter firme y fuerte, entendiendo que todo lo que hacemos y construimos lo hacemos en Cristo Jesús y corresponde a la obra de nuestras manos y mente y que un día Dios juzgara esas obras, para dar a cada uno su recompensa.

Yo recuerdo que durante el desarrollo de mi carrera, se presento en mi país una crisis con repercusiones mundiales, muy parecida a la que estamos viviendo desde el 2007 y especialmente cuando se acercaba el día de pago de matriculas, yo me angustiaba muchísimo pensando que no iba a poder pagar el semestre siguiente y hasta me imaginaba que iba a tener que suspender mi carrera y todo esto lo único que hacia era ponerme mas y mas nerviosa, aunque en el fondo de mi corazón yo estaba dispuesta a continuar y terminar, a pesar de las circunstancias y de yo estar desempleada;  finalmente lo logre y me gradué sin interrupciones; Gracias a Dios siempre pude reconocer  oportunidades de superar los problemas y esto gracias también a que entendí que Dios no deja obras inconclusas y que si nosotros estamos hechos a su imagen y semejanza, significa que debemos formar y desarrollar su naturaleza y carácter en nosotros mismos y tratar en la medida de lo posible, de terminar lo que empezamos, de la forma en que el apóstol Pablo lo dice en su carta a los Filipenses: Dios también terminará la obra que ha empezado en cada uno de nosotros, hasta el día en que todos estemos frente a Jesucristo, para ser juzgado por nuestras obras.

Actualmente me encuentro nuevamente frente a una de estas encrucijadas y si estoy escribiendo este devocional, es porque tengo que recordar lo que Dios ha hecho en el pasado en mi vida y tener confianza de que en esta oportunidad, también debo continuar, no renunciar, seguir adelante y alcanzar el propósito por el cual Dios me ha puesto allí y de paso, compartir con ustedes esta linda promesa de Dios, que pase lo que pase, Dios esta con nosotros, teniendo cuidado, ayudándonos para que crezcamos en Cristo y seamos las personas que El, quiere que seamos.

Así que, sean cuales sean tus circunstancias actuales, si eres creyente, no estas solo, sigue adelante y que Dios te muestre el camino por el que debes de andar; no olvides de extraer conocimiento de cada una de las lecciones que Dios te da.

Jehová te pastoreara siempre y en las sequias saciara tu alma, y dará vigor a tus huesos; Y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

(Isaías 58:11)

Autora: Hefzi-ba Palomino

Escrito para www.devocionaldiario.com

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