Los dominios de Jesús – Richy Esparza
Los dominios de Jesús
“Pero surgirá uno para pastorearlos con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios. Vivirán seguros, porque él dominará hasta los confines de la tierra.”
Miqueas 5:4 (Nueva Versión Internacional)
Vivirán seguros, es una promesa que le da Dios a aquellos que Su Hijo pastorearía. En los tiempos antiguos un rey buscaba darle seguridad a su pueblo dentro de sus dominios. Construyendo ciudades fortificadas y manteniendo un ejército adiestrado para la batalla. Y sus pueblos confiaban en las murallas que había construido su rey así como en su ejército para protegerles dentro de dicho dominio. Jesús es el Rey de reyes y el Señor de Señores, y todo cuanto existe es Su dominio. Y al igual que los reyes construían murallas para proteger a los suyos, Jesús pone una muralla impenetrable para las tinieblas en aquellos que son lavados por Su sangre. Jesús pretende que todo aquel que ha sido salvo por Él camine seguro en Sus dominios. Sin temor ni peligro. En el momento que fuiste salvo entraste a los dominios de Jesús. Y todo está bajo Su dominio. Él pagó el precio más alto por ti para que andes libremente por Sus dominios.
En el reino de Jesús jamás escasea, hay todo en abundancia. Solo tienes que pedirle lo que necesites y Él lo suplirá. Dentro de los dominios de Jesús eres intocable para tus enemigos, mantente dentro de ellos.
A diferencia de las personas que habitaban bajo el dominio de un rey, el reino de Jesús jamás será quitado. Su reino permanece para siempre. Existen muchas personas que aún están bajo el dominio de las tinieblas, — invítales a vivir en el reino de Jesús.
Vives en los dominios del Rey más grande, reino que jamás será conmovido. Camina siempre seguro pues dentro de ese reino eres intocable para las tinieblas, la maldad, el pecado o enemigos. Sé una diferencia en la vida de aquellos que aún están en el reino de las tinieblas, háblales de lo majestuoso que es tu reino e invítales a él.
En el reino de Jesús habitarás seguro.
Autor: Richy Esparza
Escrito originalmente para: www.devocionaldiario.com
