Hoy quiero tomarme de tu mano – Luis Caccia Guerra
Hoy quiero tomarme de tu mano
Cuando era un niño me gustaba caminar tomado de la mano de mi madre. O si no, metía mi mano entre su codo y antebrazo y caminaba prácticamente “colgado” de ella. A veces era una verdadera molestia para ella, si venía del supermercado cargada con bolsas o con cosas en las manos, pero igualmente me las arreglaba siempre para andar colgado de ella. Este hábito me infundía seguridad, tranquilidad.
Recuerdo una época en que los fines de semana, ella iba a la casa de un pariente. Al atardecer, nos veníamos caminando de vuelta a casa. Era una caminata como de media hora, tal vez cuarenta minutos. Y yo colgado de ella, como siempre. No importa si a veces conversando, o a veces en silencio; la cosa es que disfrutaba mucho ese tiempo con ella. A pesar de ser un niño pequeño, caminar junto a ella hacía que no existiera el cansancio. Años más tarde, comprendí que para ella no había sido lo mismo. Iba a realizar trabajos domésticos a la casa de ese pariente, no recibía paga alguna por su labor y nos veníamos caminando, no por gusto, sino porque no tenía para pagar el pasaje en el transporte público de pasajeros.
La imagen que tenemos de nuestros padres, marca todo un derrotero de lo que será nuestra relación con Dios. Hoy, recordar el desinteresado sacrificio de mi madre, la ingratitud de sus parientes, y el pequeño colgado de su brazo; literalmente me pintan un vivo cuadro de mi relación con el Señor.
Cruento, abnegado sacrificio el de Nuestro Amado Señor, quien fue levantado en una cruz por causa de nuestras rebeliones.
Ingratitud de quienes muchas más veces de las que somos capaces de imaginar no valoramos o no tenemos capacidad de dimensionar lo suficiente, tamaña Gracia del Perdón otorgada con su ofrenda; don gratuito para quienes lo recibimos, pagado a tan elevado precio por quien tuvo a bien darlo.
Y finalmente, el pequeño colgado de su brazo, o tomado de su mano. Señor, nada soy sin ti. Me encuentro perdido y sin rumbo si no siento tu mano tomándome fuertemente la mía.
Señor, hoy quiero caminar, quiero vivir tomado de tu mano y sentir tu fortaleza en mí hoy. Contigo es fácil el yugo y ligera la carga.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
(Mateo 11:28-30 RV2000)
Autor: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com
Tomar de la mano de Dios es reconfortante en momentos de angustia, alegre en momentos de gozo y simplemente grandioso en momentos de gloria. Gracias HERMANO lUIS por compartir tan bello mensaje =) bendiciones
Me es de mucha bendición leer sus artículos siempre temas tan hermosos y tan cotidianos a la vez, me he identificado con muchos que obviamente han dejado huella en mi vida, la mejor parte es que siempre aterrizan o concluyen con el autor de nuestros días….Dios lo siga perfeccionando y colme de bendiciones
gracias necesitaba recordar parte de mi niñes, para afianzarme en
los brazos de SEÑOR.
MUCHAS VECES OBVIAMOS LO QUE DIOS HACE POR NOSOSTROS, INCLUSO OBVIAMOS QUE ESTA A NUESTRO LADO, PERDONAME SEÑOR.
Hermosa reflexión , que nos identifica con la relación de Nuestro Señor con nosotros. Dios lo bendiga hermano.
AMEN, porque tomados de la mano de papi sabemos que vamos seguros y que él sale al frente de nosotros en cualquier situación.
Que aliento es a nuestra alma que de igual manera podemos colgarnos de los brazos del señor,precisamente en estos tiempos en donde nuestro sentido de la vista no nos ayuda para nada,al ver lo que nos rodea,gracias a la promesa del SEÑOR que nos prometio estar todos los dias de nuestra vida hasta el fin.y aun mas que nos guiaria a un mas alla de la muerte.
Cada paso que doy, se que dependo enteramente de la voluntad de Dios, gracias por hacerme apreciar lo que mis Padres han hecho y siguen haciendo por mi. Especialmente agradecerle a Dios por el inmenso amor para con nosotros, gracias a la sangre preciosa de su hijo amado, hoy podemos estar libres de condenación y llenos de paz.
Gracias Dios,por llevarme siempre de tu mano,
porque solo en ti mi vida esta segura.
quiero amarte cada dia,honrarte a cada paso
a cada instante….Gracias Dios.
Esta bella la lectura en lo personal cree uno que todo lo puede resolver ya sea por su capacidad intelectual, o por lo mucho que uno sabe de la palabra de DIOS pero al final nos damos cuenta que necesitamos ir de la mano de el para no perdernos,ahogarnos o frustranos y al final vemos que todo hera simple solamente tener el corazon de ir a buscarlo y esperar en el.