La lluvia llegará

“Temamos al Señor, nuestro Dios, quien a su debido tiempo nos da lluvia, las lluvias de otoño y primavera, y nos asegura las semanas señaladas para la cosecha”

Jeremías 5:24 (Nueva Versión Internacional)

Desde el principio Dios habló acerca de ser fructíferos (Génesis 1:28), Él hablaba de la fecundación de la mujer para así llenar la tierra con la raza humana. Pero también es una figura de una semilla, semilla sembrada que da fruto, como el espermatozoide fecunda el ovulo y da a luz una vida. Además las Escrituras nos muestran que las palabras de Dios son como semillas que caen en tierra con la intención de dar fruto. Tierras que se trabajan con la fe del creyente (Mateo 13:1-9). Sabiendo esto, entendemos que a nuestro Dios le agrada la cosecha. Y para poder tener cosecha solo Él puede mandar la lluvia, la temprana y la tardía. La lluvia era esperada en los tiempos bíblicos en dos partes, la primera lluvia que anunciaba la siembra, y la tardía que maduraba al máximo el fruto y anunciaba la cosecha.

Nuestro Dios es fiel, y si Él ha depositado semillas en tu corazón Él pondrá todos los medios para que den fruto. Aunque por momentos pareciera que la siembra está por morir debido a la falta de agua. Pues Dios sabe cuándo es el mejor momento para enviar la lluvia antes de la cosecha. Él enviará torrentes de Su Espíritu ordenándole a tu tierra que termine de madurar. Aguarda con paciencia la lluvia.

“Por tanto, hermanos, tengan paciencia hasta la venida del Señor. Miren cómo espera el agricultor a que la tierra dé su precioso fruto y con qué paciencia aguarda las temporadas de lluvia”

(Santiago 5:7 Nueva Versión Internacional)

No te desanimes si la tierra que has trabajado no ha dado fruto. Tampoco pienses que ese sueño no se cumplirá, porque así como Dios envió Su lluvia a tu corazón para “remover tu tierra” y sembrar Su semilla, de la misma manera Él enviará la lluvia tardía justo antes de la cosecha.

Si tú has sembrado en Dios seguramente tendrás esa cosecha.

Autor: Richy Esparza

Escrito originalmente para www.devocionaldiario.com

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